VIRUELA DEL MONO

Viruela Símica (mpox)


Datos y cifras


  • La viruela símica (mpox) es una enfermedad vírica causada por el virus de la mpox, que pertenece al género de los Orthopoxvirus. Existen dos clados distintos del virus: el clado I (que tiene los subclados Ia e Ib) y el clado II (que tiene los subclados IIa y IIb). En 2022-2023, se produjo un brote mundial de mpox causado por una cepa del clado IIb.


  • Actualmente, la mpox sigue constituyendo una amenaza, y el recrudecimiento de los casos debidos a los clados Ia y Ib en la República Democrática del Congo y en otros países es motivo de preocupación.


  • Existen vacunas contra la mpox. La vacunación debe considerarse junto con otras intervenciones de salud pública.


  • Los síntomas comunes de la mpox son erupciones cutáneas o lesiones mucosas que pueden durar de 2 a 4 semanas, acompañadas de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos.


  • La mpox puede transmitirse por contacto estrecho con personas que tengan la enfermedad, materiales contaminados o animales infectados. Durante el embarazo, el virus puede transmitirse al feto, o al recién nacido durante o después del nacimiento.


  • La mpox se trata proporcionando cuidados de apoyo para síntomas como el dolor y la fiebre, prestando especial atención a la nutrición, la hidratación, el cuidado de la piel, la prevención de infecciones secundarias y el tratamiento de las infecciones concomitantes, como el VIH cuando está presente.



Resumen


La mpox es una enfermedad infecciosa que puede causar una erupción dolorosa, una inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda y falta de energía. La mayoría de las personas se recuperan por completo, pero algunas enferman gravemente.


La mpox está causada por el virus de la mpox (MPXV). Se trata de un virus de ADN bicatenario de la familia Poxviridae, género Orthopoxvirus, al que también pertenecen los virus de la viruela humana, de la viruela vacuna, de la vaccinia y otros virus. Existen dos clados distintos del virus: el clado I (que tiene los subclados Ia e Ib) y el clado II (que tiene los subclados IIa y IIb).


En 2022 comenzó un brote mundial del clado IIb, que sigue activo en la actualidad, en particular en algunos países de África. Asimismo, están aumentando los brotes debidos a los clados Ia e Ib, que afectan a la República Democrática del Congo y a otros países de África. En agosto de 2024, también se detectó el clado Ib fuera de África.


Se desconoce el reservorio natural del virus, pero varios mamíferos pequeños, como las ardillas y los monos, son vulnerables al virus.



Transmisión


La mpox se transmite de persona a persona principalmente por contacto estrecho con alguien que tiene mpox, incluidas las personas con las que se comparte el hogar. Se entiende por contacto estrecho el contacto directo piel con piel (por ejemplo, al tocarse o tener relaciones sexuales), boca con boca o entre la boca y la piel (por ejemplo, al besarse), así como el que se tiene al estar cara a cara con una persona con mpox (por ejemplo, al hablar o respirar cerca de ella, lo que puede generar partículas respiratorias infecciosas).


Las personas con múltiples parejas sexuales corren mayor riesgo de contraer la mpox.


También se puede contraer la mpox a partir de objetos contaminados, como ropa de vestir o de cama, a través de heridas punzantes producidas al recibir atención de salud o en entornos comunitarios, como los salones de tatuajes.


Durante el embarazo o el parto, el virus puede transmitirse al bebé. Contraer la mpox durante el embarazo puede ser peligroso para el feto o el recién nacido, y puede provocar un aborto, la muerte del feto, la muerte del recién nacido o complicaciones para el progenitor.


La transmisión de animales a humanos se produce por mordeduras o arañazos de animales infectados, o al cazarlos, despellejarlos, cocinarlos, comerlos o manipular sus cadáveres. El reservorio animal del virus de la mpox, todavía desconocido, sigue siendo objeto de estudio.


Es necesario seguir investigando cómo se propaga la mpox durante los brotes, en distintos lugares y circunstancias.



Signos y síntomas


Los signos y síntomas suelen comenzar una semana después de la exposición, pero pueden aparecer entre 1 y 21 días más tarde. Acostumbran a durar de 2 a 4 semanas, pero pueden prolongarse en las personas con un sistema inmunitario debilitado.


Los síntomas frecuentes de la mpox incluyen:


  • erupción cutánea
  • fiebre
  • dolor de garganta
  • dolor de cabeza
  • dolores musculares
  • dolor de espalda
  • falta de energía
  • ganglios linfáticos inflamados


En algunas personas, el primer síntoma es una erupción cutánea, pero las hay que antes presentan fiebre, dolores musculares o dolor de garganta.


La erupción provocada por la mpox suele comenzar en la cara y se extiende por todo el cuerpo, hasta llegar a las palmas de las manos y a las plantas de los pies. También puede comenzar en otras zonas del cuerpo donde hubo contacto, como los genitales. La erupción comienza como una mancha y se convierte en una vesícula llena de líquido que puede picar o doler. A medida que la erupción se cura, las lesiones se secan y se cubren de costras que acaban cayéndose.


Puede haber solo unas pocas lesiones cutáneas o cientos de ellas, y pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo, por ejemplo:


  • las palmas de las manos y las plantas de los pies
  • la cara, la boca y la garganta
  • las ingles y los genitales
  • el ano.


Algunas personas también presentan una hinchazón dolorosa del recto (proctitis) o dolor y dificultad para orinar (disuria) o al tragar.


Los pacientes pueden transmitir la enfermedad mientras no hayan cicatrizado todas las lesiones y se haya renovado la piel. Algunas personas pueden estar infectadas y no presentar síntomas. Aunque se han notificado casos de personas que han contraído la mpox de alguien que era asintomático (que no muestra síntomas), la información sobre cuán frecuente es esta situación sigue siendo limitada.


Los niños, las personas embarazadas y las personas con un sistema inmunitario débil, incluidas las personas que viven con el VIH y que no está bien controlado, corren un mayor riesgo de enfermar gravemente y de fallecer a causa de las complicaciones derivadas de la mpox.


Algunas personas que contraen la mpox pueden ponerse muy enfermas. Por ejemplo, la piel puede infectarse con bacterias que provoquen abscesos o lesiones cutáneas graves. Otras complicaciones son: neumonía, infección de la córnea con pérdida de visión, dolor o dificultad para tragar líquidos, vómitos y diarrea que causan deshidratación o malnutrición, e infecciones de la sangre (sepsis), el cerebro (encefalitis), el corazón (miocarditis), el recto (proctitis), los órganos genitales (balanitis) o las vías urinarias (uretritis). La mpox puede ser mortal en algunos casos.



Diagnóstico


No siempre es fácil diagnosticar la mpox, ya que otras infecciones y afecciones pueden presentar síntomas similares. Es importante distinguirla de la varicela, el sarampión, las infecciones cutáneas bacterianas, la sarna, el herpes, la sífilis, otras infecciones de transmisión sexual y las alergias a medicamentos. Las personas con mpox también pueden tener al mismo tiempo otras infecciones de transmisión sexual, como la sífilis o el herpes, mientras que los niños que se sospecha tienen mpox también pueden tener varicela. Por estos motivos, las pruebas de laboratorio son fundamentales para recibir tratamiento lo antes posible y evitar que la enfermedad se agrave y se siga propagando.


La prueba de laboratorio preferida para la mpox es la detección del ADN del virus mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Las mejores muestras son las que se han tomado directamente de las lesiones cutáneas (piel, líquido o costras) mediante un frotis enérgico; en ausencia de lesiones cutáneas, las muestras pueden obtenerse mediante un hisopado faríngeo o anal. No se recomiendan los análisis de sangre. Las pruebas de anticuerpos pueden no ser útiles, ya que no distinguen entre los distintos ortopoxvirus.


La prueba del VIH debe ofrecerse a los adultos con mpox, y a los niños, según proceda. Siempre que sea posible, debe considerarse la posibilidad de realizar pruebas diagnósticas para detectar otras afecciones, como el virus de la varicela-zóster (VVZ), la sífilis y el herpes.



Tratamiento y vacunación


Los objetivos terapéuticos son cuidar la erupción, tratar el dolor y prevenir las complicaciones. Una atención temprana de apoyo ayuda a controlar los síntomas y a evitar problemas adicionales.


La vacunación contra la mpox puede ayudar a prevenir la infección (profilaxis preexposición), y está recomendada, especialmente durante los brotes, para las personas en situación de alto riesgo de contraer la mpox.


Los grupos considerados de alto riesgo de contraer la mpox incluyen a:


  • los trabajadores de la salud y asistenciales con riesgo de exposición;
  • las personas que viven en el mismo hogar o que pertenecen a la misma comunidad que alguien que tiene mpox, incluidos los niños;
  • las personas con múltiples parejas sexuales, incluidos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres; y
  • los trabajadores sexuales, con independencia de su género, y sus clientes.


También se puede administrar la vacuna después de haber estado en contacto con alguien que tenga mpox (profilaxis posexposición). En estos casos, debe hacerse menos de 4 días después del contacto con la persona que tiene mpox. La vacuna puede administrarse en un plazo de hasta 14 días si la persona no presenta síntomas.


En algunos países se ha autorizado el uso de emergencia de algunos antivíricos, que se están evaluando en ensayos clínicos. Hasta la fecha, no existe un tratamiento antivírico de eficacia comprobada para la mpox. Es prioritario seguir llevando a cabo ensayos clínicos robustos para evaluar los tratamientos y centrarse en optimizar el tratamiento de apoyo para los pacientes.


Las personas con VIH y mpox deben seguir con el tratamiento antirretrovírico (TAR). Este debe iniciarse en los 7 días posteriores al diagnóstico del VIH.



Cuidados personales y prevención


La mayoría de las personas se recuperan en 2-4 semanas. A continuación se indica qué tienen que hacer los pacientes y qué no para aliviar los síntomas y evitar transmitir la mpox a otras personas:

Cosas que debe hacer:


  • Póngase en contacto con su proveedor de atención de salud para que le aconseje;
  • quédese en casa y, a ser posible, en su propia habitación, que debe estar debidamente ventilada;
    lávese las manos a menudo con agua y jabón o desinfectante, especialmente antes o después de tocar las lesiones;
  • lleve barbijo y cubra las lesiones en presencia de otras personas hasta que la erupción se haya curado;
    mantenga la piel seca y descubierta (excepto en presencia de otros en la misma habitación);
  • evite tocar objetos en espacios compartidos y desinfecte esos espacios a menudo;
  • enjuáguese con agua salada si tiene lesiones en la boca;
  • tome baños templados con bicarbonato de sodio o sal de Epsom para las lesiones corporales; y
  • tome medicamentos de venta libre para el dolor, como paracetamol (acetaminofeno) o ibuprofeno.


Cosas que no debe hacer:


  • no reviente las ampollas ni rasque las lesiones, ya que eso puede ralentizar la curación, extender la erupción a otras partes del cuerpo e infectar las lesiones;
  • no se afeite las zonas donde hay lesiones hasta que las costras se hayan caído y la piel se haya regenerado; de lo contrario, la erupción puede extenderse a otras partes del cuerpo.


Para evitar la transmisión a otras personas, las personas con mpox deben aislarse en casa y seguir las instrucciones de su proveedor de atención de salud, o permanecer en el hospital si es necesario, mientras dure el periodo infeccioso (desde el inicio de los síntomas hasta que las lesiones hayan cicatrizado y las costras se hayan caído). Cubrir las lesiones y utilizar una mascarilla bien ajustada en presencia de otras personas puede ayudar a evitar contagios. El uso del preservativo durante las relaciones sexuales ayuda a reducir el riesgo de contraer la mpox, pero no evita el contagio por contacto piel con piel o boca con piel. Durante las relaciones sexuales, use el preservativo como medida de precaución durante las 12 semanas (aproximadamente, unos 3 meses) posteriores a su recuperación.


Interrumpir temporalmente la actividad sexual con nuevas parejas durante los períodos de mayor transmisión puede reducir el riesgo de contraer la mpox. Las personas que hayan estado en contacto con alguien con mpox deben estar atentas a los signos y síntomas durante 21 días (3 semanas) y tomar precauciones, como evitar la actividad sexual durante este período.


El personal de salud debe seguir las medidas de prevención y control de infecciones para protegerse mientras cuida de los pacientes con mpox utilizando para ello un equipo de protección personal (EPP) adecuado (guantes, bata, protección ocular y mascarilla de protección respiratoria) y siguiendo el protocolo para la extracción de muestras de lesiones con un hisopo para pruebas diagnósticas y el manejo de objetos punzantes, como agujas.



Brotes


El virus de la mpox se descubrió en Dinamarca (1958) en monos destinados a la investigación. El primer caso en seres humanos notificado de mpox fue un niño de nueve meses de la República Democrática del Congo (1970). Tras la erradicación de la viruela en 1980 y el fin de la vacunación antivariólica en todo el mundo, la mpox fue emergiendo paulatinamente en África Central, Oriental y Occidental. Desde entonces, ha habido casos esporádicos en África Central y Oriental (clado I) y en África Occidental (clado II). En 2003, hubo un brote en Estados Unidos de América relacionado con animales salvajes importados (clado II). Desde 2005, cada año se notifican miles de casos en la República Democrática del Congo. En 2017, la mpox reapareció en Nigeria, donde se sigue propagando entre personas de todo el país y en viajeros.

Aquí (en inglés) pueden consultarse los datos sobre los casos sospechosos y los casos confirmados notificados hasta 2021, y aquí (en inglés) puede encontrarse información sobre los casos confirmados por laboratorio desde 2022 hasta la fecha.


En mayo de 2022, se produjo un brote repentino de mpox que se propagó rápidamente por Europa, las Américas y, finalmente, las seis regiones de la OMS. Este brote mundial ha afectado principal, pero no exclusivamente, a hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y se ha propagado de persona a persona a través de redes de contactos sexuales. Aquí se puede encontrar más información sobre el brote mundial, incluida información sobre las respuestas de la comunidad para controlar el brote.


En 2022, se produjeron brotes de mpox por virus del clado I en campos de refugiados de la República de Sudán.


Desde 2022, también ha aumentado el número de casos de mpox y de defunciones en la República Democrática del Congo. En algunas zonas del país, una nueva variante del clado I, denominada clado Ib, se ha estado propagando entre las personas. A mediados de 2024, también se ha notificado la presencia del clado en otros países.


Más de 120 países han notificado casos de mpox entre enero de 2022 y agosto de 2024, con más de 100 000 casos confirmados por laboratorio y más de 220 fallecimientos entre los casos confirmados.

Estigmatización y discriminación


La estigmatización y la discriminación de cualquier enfermedad jamás son aceptables. La estigmatización relacionada con la mpox puede socavar los esfuerzos de salud pública o prolongar un brote de una enfermedad, ya que las personas pueden ser más reacias a ir en busca de cuidados y tratamiento. En el caso de la mpox, la estigmatización, la discriminación y el racismo se han dirigido especialmente contra las comunidades inicialmente más afectadas por la enfermedad, a saber, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas trans y las comunidades de género diverso.


Fuente: Organización Mundial de la Salud